Las derrotas consecutivas en Gijón (3-1) y en casa ante el Atlético de
Madrid (2-4), desencadenaron una considerable tormenta en el seno de la
directiva blaugrana, Mientras Josep Lluis Núñez perdía el control de si
mismo, algunos sectores de la prensa catalana tiraron de la manta con
respecto a unas declaraciones del directivo Joan Casals. Todo aquello
empezo con una supuesta frase de Hansi Krankl en la que manifestaba que
sólo Neeskens y el eran los jugadores de categoría de la primera
plantilla. Luego también se le acuso de chivato y se especulaba
rencillas entre él y algunos miembros de la directiva y que
supuestamente había cobrado "bajo mano" del propio presidente. Vamos que
la última semana entre finales de noviembre y principios de diciembre
de 1978, no fue un camino de rosas para Joan Casals
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