Claudio Bravo no aprovechó la primera oportunidad que tuvo para 'enamorar' al Barça. Tuvo una tarde nefasta, fue el principal culpable de la derrota de la Real Sociedad y, encima, fue expulsado. Una puesta en escena suficiente para que el conjunto blaugrana se olvidara del guardameta chileno. Pero no fue así, y, más de cuatro años después, el equipo blaugrana le fichaba.
Fue un 24 de enero de 2010. La Real Sociedad recibía al Elche CF en la 21ª jornada de Segunda División. En la grada está Juan Carlos Unzué, entrenador de porteros del Barça de Guardiola, que se había desplazado al estadio de Anoeta para seguir de cerca a Claudio Bravo, según informaba 'RAC1'.
Con tan solo 11 minutos disputados, el guardameta chileno intentó regatear a Óscar Trejo pero pierde el balón y se ve obligado a derribarlo, cometiendo penalti y la correspondiente tarjeta roja. Gol, derrota, y la Real Sociedad que cedía el liderato al Hércules CF. Sin duda, una 'performance' para olvidar que podría haber fulminado a Claudio Bravo de la lista de futuribles blaugranas.
Y aunque, habitualment, el fútbol no suele conceder segundas oportunidades, el guardameta chileno tuvo la constancia y la suerte necesaria para, cuatro años después de aquella tarde negra, acabar fichando por el Barça.
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