La 2000/01 fue la temporada multimillonaria de la bautizada Liga de las Estrellas, siendo el FC Barcelona el que encabezaba la locura, con fichajes estrambóticos y que fracasaron en su mayoría. Con la salida de Josep Lluis Núñez y Louis Van Gaal, llegaba a la presidencia Joan Gaspart. Por eso, la oportunidad de invertir poco dinero en un entrenador fiable como Lorenzo Serra Ferrer era demasiado apetitosa. Y así se hizo. Serra Ferrer. que tenía fama de entrenador férreo, disciplinado e incluso autoritario en sus anteriores equipos Real Betis y Real Mallorca. Con sus métodos había triunfado en el Real Betis, a quien metió en Europa y llevó a una final de Copa de España ante el FC Barcelona, y antes en el Real Mallorca, donde consiguió dos asensos a Primera e igualmente acabó finalista de Copa (contra el Atletico de Madrid). Lo primero que hizo fue establecer la lógica en la confección de la plantilla. Jugadores que venían de un año prácticamente en blanco por su menguado nivel y otros que no habían cumplido con las expectativas, fueron inscritos en la figurada lista de descartes. Finalmente salieron los porteros Vitor Baia y Hesp, los defensas Dehú, Okunowo y Bogarde, y más trágicamente dado su calidad real (no la ofrecida en Barcelona), los centrocampistas Ronald de Boer y Litmanen. Una plantilla hecha a medida de Van Gaal no de Serra Ferer y acabo con su destitución
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