Cap. 8359: Johan Cruyff conoce al insigne Joan Miro

El 9 de octubre de 1974, en Paris (Francia). Se conocieron dos artistas, uno era el dueño del balon, el otro de las pinturas. Uno tenía 81 y el otro 27, y ambos eran mundialmente conocidos, aunque es más justo decir que ambos eran considerados unos genios, cada uno en su disciplina. El fotógrafo Horacio Seguí los capturó muy bien cómo eran: el anciano Joan Miró sonríe con su mirada ilusionado de mañana de Reyes mientras estrecha la mano a un decidido Johan Cruyff dispuesto a hablar de tú a tú con quien se le ponga delante, aunque se trate de la historia del arte viviente. Y situado entre ellos, intentando no romper la magia del momento, Armand Carabén, gerente del FC Barcelona, el hombre que el año antes había rematado el "agotadora" negociación del traspaso del jugador del Ajax al equipo blaugrana. Por delante de ellos en la mesa estaban sentados Manolo Clares y Quique Costas, dos de los compañeros de Johan Cruyff