El 5 de septiembre de 2010. Sólo había pasado un mes del accidente. David Villa agarró con fuerza una camiseta del Barça. La aprieta, es incapaz de sonreír. En su rostro refleja la preocupación. La camiseta lleva grabado un mensaje: 'Animo mineros'. Villa agarra un bolígrafo y añade "mucha fuerza y muchos ánimos" y firma la camiseta porque quiere que una parte de su vida esté con todos los chilenos, en Copiacó, a 800 kilómetros del norte de Santiago de Chile. Quiere David que todos los mineros y sus familias sepan que no sólo Chile vive angustiada y con sufrimiento estos días, más aún el mundo entero vive el día a día de los mineros, las evoluciones, el latir de sus corazones, las historias personales y la lucha por salir adelante.
David no es sólo un futbolista, campeón del mundo, goleador nato, fichaje emblema de aquella temporada en el FC Barcelona, estrella mundial, David Villa es minero, aunque nunca bajase a la mina, porque su padre pasó 27 años en la mina, porque su abuelo fue minero, como también su bisabuelo. Él comparte el sentir de las familias porque es uno de ellos, porque nadie le tiene que explicar a Villa lo que sufre un minero. Su madre, Dorita, guapa, de sonrisa franca, cariñosa, ha experimentado el sufrimiento del accidente de la mina, con el esposo dentro, comparten tantas cosas…
Pregunta David por las últimas novedades. "¿Cuándo podrán salir?". Esa es la gran pregunta. Para encontrar la respuesta trabajan día y noche. Sabe David que las "palomas", angostos tubos cilíndricos que son empujados a través de las sondas, llevan alimentos a los mineros y otros utensilios de utilidad. Sabe que los mineros han perdido una media de 10 kilos pero que se han organizado para poder dividir la oscuridad de vivir sin luz solar y así aguantar el paso de los días.
- "Formo parte de la familia de la minería y comparto la angustia de las familias pero todo saldrá bien, verán como sale bien". Expresa tan bien Villa, habla con los ojos, con la fuerza con la que agarra la camiseta. Por un momento parece que vaya a llorar, pero es hombre acostumbrado a soportar emociones. "Querría decirles que estoy con ellos, que todos los que sabemos cómo es la mina estamos con ellos, que todo el mundo les está siguiendo y les apoya, de todo el mundo…".
El Mundo Deportivo tuvo el hor de llevar esa camiseta a los mineros, que fueron rescatados el 13 de octubre de 2010
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