El 14 de marzo de 2009, un miembro de la seguridad privada del Barcelona fue agredido por una veintena de seguidores ultra del grupo "Boixos Nois", en los alrededores del Hotel Mandarín Oriental de Múnich, donde se alojaba el equipo blaugrana de cara al partido de vuelta de los cuartos de final de Liga de Campeones que se disputaba esa noche ante Bayern de Múnich.
Los radicales, que fueron identificado por llevar chaquetas naranjas, y preguntaron a los empleados de seguridad si estaban en el hotel para proteger a Joan Laporta. Acto seguido, uno de ellos propinaba un golpe en la cara a uno de los encargados de la seguridad y le provocó un traumatismo cráneo-facial. A pesar de la lucha de Joan Laporta contra este grupo, a día de hoy siguen gracias al "perdón" obtenido gracias a Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu
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