Película de 1974, Sebastián (Cassen) vive solo. Su compañero Amadeo le presenta a su hija Juliana (Monica Randall). Cuando descubre que se ha quedado embarazada, Sebastián acepta de casarse, pero juega el FC Barcelona contra el Real Madrid y todos los hombres abandonan la ceremonia y se van al campo a ver el partido. Cuando la mujer es ingresada de urgencias de parto, él sigue el partido en la sala de espera a través de la radio.
Este segundo largo del director tuvo muchos problemas con la Censura, lo que convirtió en malograda una tragicomedia llena de humor negro y una crítica corrosiva que rompía las formas narrativas habituales del cine español de consumo. El cineasta realizó expresamente un film estéticamente feo para mostrar un mundo menestral poblado de unos cuantos personajes populares de la subcultura barcelonesa y convertir al Barça en objeto de adoración. Su estreno, con un escaso apoyo de la distribuidora, fue un éxito en todo, salvo Madrid y Barcelona.
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