Cuando al equipo blaugrana se le quita la salida de balón, pasa a ser un equipo mediocre. Ya en el Camp Nou en la ida, el FC Liverpool ahogó la salida de balón desde atrás del FC Barcelona, algo por lo que los culés sufrieron mucho y a pesar de la victoria el resultado fue engañoso, los "reds devils" merecieron más. Y eso queda demostrado en la vuelta, nadie pareció aprender la lección y el cuadro de Jürgen Klopp consiguió nuevamente hacer que los culés perdiesen balones en la salida o regalasen tantos otros.
El equipo blaugrana tiene un problema y es reaccionar cuando encaja un gol. Por esta razón, ningún jugador (salvando a Arturo Vidal) parecía darse cuenta de que la final de la Champions League se estaba escapando. Siempre confio en ese milagro de Iniesta, de Sergio Roberto... pero eso son en contadas ocasiones
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