En el verano del año 2000 el fichaje de Figo por el Real Madrid provocó un terrible daño en el Barcelona. El club, por entonces dirigido por Joan Gaspart, entró en una vorágine desesperada para poder encontrar pronto un relevo que pudiera hacer olvidar al portugués. Por eso y tras varios "videos" fueron a por el "nuevo" Pele. Geovanni Deiberson (Acaica, Brasil; 11 de enero de 1980). El conjunto catalán no dudó en gastarse 21 millones de euros a mediados de 2001 en este jugador que llevaba un par de años luciéndose en el Cruzeiro brasileño. A priori se trataba de un extremo rápido y habilidoso, con la calidad propia de los brasileños y la posibilidad de hacer un buen tándem con los otros jugadores culés de esta nacionalidad, Rivaldo y Rochemback.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada