A lo largo de la historia han habido jugadores de todas las profesiones inimaginables. Entre ellos, por su extraña profesión una vez retirado del fútbol, estaría Ricard Negre Olivar. Ricard Negre solo jugó un partido con e FC Barcelona, concretamente el que se jugo el 23 de diciembre de 1900 en el Hotel Casanovas y que es el primer "derby" entre los dos club ciudadanos de Barcelona, el FC Barcelona y RCE Espanyol (en aquellos días, Sociedad Española de Football). Después jugaría en FC Iberia (un pseudo filial blaugrana de la época) donde permanecería hasta la temporada 1906. En esa época decide abandonar el bullicioso y mundanal futbol para dedicarse a su verdadera vocación la religiosa. De esta manera, fue ordenado sacerdote jesuita en 1918, convertiendose por ahora en caso único en el fútbol, por lo menos que este documentado
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