En febrero de 1974, en la decadencia del franquismo nacía el hijo de
Johan Cruyff. El niño que había nacido una semana antes del mítico 0-5
del Bernabeu, había recibido el nombre de Johan Jordi, en el Consulado
de Barcelona de Holanda. Al llegar al Registro Civil de Barcelona, se
encontró con un pequeño problema. En medio del franquismo, estaba
prohibido inscribir a un recién nacido con un nombre catalán (a pesar de
que muchos, aún lo nieguen). Tenía que ser Jorge, pero el bebé había
sido inscrito también en el consulado holandés como Johan Jordi y, como
el niño tenía la doble nacionalidad, el registro tuvo que tragar con
Jordi, a pesar de las reticencias del funcionario. Además, johan fue
claro:
- "Si escribes algo y yo lo tengo que firmar, entonces lo escribes como yo quiero".
Vamos que tenía que respetar la voluntad del padre
- "Si escribes algo y yo lo tengo que firmar, entonces lo escribes como yo quiero".
Vamos que tenía que respetar la voluntad del padre
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