El 14 de febrero de 2017, el Barcelona caía derrotado ante el PSG, en el
Parc des Princes por un contundente 4-0, que practicamente los dejaba
eliminado y el partido del Camp Nou, parecía un partido de puro trámita.
Hasta ese 8 de marzo de 2017. ningún club a lo largo de la historia de
las competiciones europeas había conseguido remontar un resultado tan
abultado. Evidentemente había animos de revancha y sueños de una "Noche
Mágica" como las vividas anteriormente ante Anderlecht, Goteborg... en
los cuales se había conseguido clasificarse igualando el resultado de la
ida y pasando la eliminatoria en la tanda desde el punto fatídico. Pero
en ambos casos era solo un 3-0, pero parafraseando a Vujadin Boškov:
"fútbol es fútbol" y al equipo parisino le esperaba una autentica
pesadilla en el Camp Nou. Podrá ganar la Champions o no, pero el
Barcelona deja ya su nombre para la historia del fútbol. El barcelonismo
debe sentir orgullo de su equipo. Luchó, peleó, marcó, soñó, ilusionó y
obró el milagro. Escribió la página más bonita que ha podido hacer un
equipo en los últimos tiempos
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