El 6 de diciembre de 1981, se vivía en el Camp Nou, un momento luctuoso. Durante el encuentro entre el equipo blaugrana y el pamplonica, dos aficionados fallecieron en el transcurso del encuentro: Francisco Gallardo, de 75 años de edad, murió como consecuencia de un infarto de miocardio; mientars que José Sánchez Oliveras, de 53 años, murió al caer desde unos ocho metros de altura en una zona de la ampliación aún no inaugurada. Una doble desgracia que resucitaba entre el público el tema de la seguridad en los estadios; candente, en aquellos días, en vistas de la organización de un Campeonato Mundial, en el verano.
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