El 9 de octubre de 1980, la prensa publicaba un comunicado del club a los prohombres y socios...
Barcelona 8 de octubre de 1980
Señores: Presidente, expresidentes, socios de Mérito, socios del Primer centenar, del Fútbol Club Barcelona. Socios todos.
Estimados y beneméritos consocios:
Pienso, ingenuamente, que su condición, individualizada y conjunta, de prohombres del FC Barcelona, a la vez que honra y reconoce paladinamente los méritos que tiene contraídos al servicio de nuestro Barça, también por otra parte, le inviste de una cierta y colectiva responsabilidad moral, hacia el logro de actitudes de defensa o de consejo, cuando eventuales adversidades o crisis, que afectan gravemente el porvenir de la Entidad que a todos nos cobija.
Discreción y Firmeza
Esta temporada que ahora acaba de empezar con tan de desorden, creo que señala ya el límite donde los mecanismos de autodefensa de nuestro cuerpo social han de ejercer con discreción pero también con firmeza y por lo tanto de encauzar de una vez la marcha, ya tantos años decepcionante y tambaleante de nuestro Club.
No creéis que quiera desarrollar en estas líneas un memorial de agravios o de críticas contra el Consejo Directivo actual ni contra los anteriores. No se trata ahora de ir contra esta ni contra anterior Directiva; ni de crítica fallas o desaciertos de fichajes o de liberar los contratos de jugadores o entrenadores. Ni siquiera discutir eventos administrativos, económicos o de políticas se mercancías a nivel periodísticos, federativos o con otros Clubes.
Todo esto ya es agua pasada y me de creer, al menos yo así o creo, que todos los Presidentes. y Directivas hubieran querido salir con todos los éxitos, sus mandatos.
Entiendo que el mal del Barça es más profundo. Es una crisis de personalidad. Es una distorsionada interpretación de lo que tiene que ser el discurrir de un anhelo común y multitudinario; es una incomunicación entre la base y el soporte de la Entidad: el socio, y la impopular manipulación creadora de órganos rectores; es, en fin, una seriede vicios de origen en cuanto a normas emanadas desde intereses ajenos a nuestro Club, por tanto de mantener la intervención y control de la Entidad a través de inutiles Asambleas y Juntas, que toman prestado artificiosamente los auténticos derechos de los socios.
Barcelona 8 de octubre de 1980
Señores: Presidente, expresidentes, socios de Mérito, socios del Primer centenar, del Fútbol Club Barcelona. Socios todos.
Estimados y beneméritos consocios:
Pienso, ingenuamente, que su condición, individualizada y conjunta, de prohombres del FC Barcelona, a la vez que honra y reconoce paladinamente los méritos que tiene contraídos al servicio de nuestro Barça, también por otra parte, le inviste de una cierta y colectiva responsabilidad moral, hacia el logro de actitudes de defensa o de consejo, cuando eventuales adversidades o crisis, que afectan gravemente el porvenir de la Entidad que a todos nos cobija.
Discreción y Firmeza
Esta temporada que ahora acaba de empezar con tan de desorden, creo que señala ya el límite donde los mecanismos de autodefensa de nuestro cuerpo social han de ejercer con discreción pero también con firmeza y por lo tanto de encauzar de una vez la marcha, ya tantos años decepcionante y tambaleante de nuestro Club.
No creéis que quiera desarrollar en estas líneas un memorial de agravios o de críticas contra el Consejo Directivo actual ni contra los anteriores. No se trata ahora de ir contra esta ni contra anterior Directiva; ni de crítica fallas o desaciertos de fichajes o de liberar los contratos de jugadores o entrenadores. Ni siquiera discutir eventos administrativos, económicos o de políticas se mercancías a nivel periodísticos, federativos o con otros Clubes.
Todo esto ya es agua pasada y me de creer, al menos yo así o creo, que todos los Presidentes. y Directivas hubieran querido salir con todos los éxitos, sus mandatos.
Entiendo que el mal del Barça es más profundo. Es una crisis de personalidad. Es una distorsionada interpretación de lo que tiene que ser el discurrir de un anhelo común y multitudinario; es una incomunicación entre la base y el soporte de la Entidad: el socio, y la impopular manipulación creadora de órganos rectores; es, en fin, una seriede vicios de origen en cuanto a normas emanadas desde intereses ajenos a nuestro Club, por tanto de mantener la intervención y control de la Entidad a través de inutiles Asambleas y Juntas, que toman prestado artificiosamente los auténticos derechos de los socios.
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