Muchos cules recordaremos a Rudy Ventura con su trompeta animando las
graderias del Camp Nou. Pero según parece tuvo un predesor. Durante la
década de los setenta, se hizo oír en el Gol Sur la de Ferran Estrada.
La "Santa Espina" surgida de su trompeta era el preludio de los gritos
de "¡Barça, Barça, Barça…!" con que Josep Tortosa invitaba a animar al
equipo a los culés que llenaban el Estadi, haciendo valer la potencia de
su voz, se convirtió en un clásico en el estadio. La gente valoraba su
energía inagotable a la hora de animar el Barça y su capacidad por no
caer nunca en la grosería o el insulto. Desde la zona de tribuna, daba
toda la vuelta a las graderías del campo. Siempre de cara al público,
levantando los brazos y animando sin parar.
Para los que no sepan la "claca" es un grupo de gente que son los que animan al publico para aplaudir en un momento dado. Se suele utilizar muchos en los programas en directo y son los que dicen que deben hacer ese publico que asiste, aplaudir, abuchear.
A Josep Tortosa, su barcelonismo le produjo algún que otro quebradero de cabeza. En un partido en Zaragoza, el público de La Romareda no vio con buenos ojos sus gritos y se le echó encima, provocando un altercado que acabó con la intervención de la policía, con su detención y su paso por comisaría. Y eso que se había limitado a animar al Barça. En otra ocasión tuvo un encontronazo con el gobernador civil, en un partido que el equipo de baloncesto jugó en el antiguo Palacio de los Deportes de Barcelona. El gobernador, molesto por los ges-tos y los gritos de Josep Tortosa, se le acercó y con un tono amenazador le dijo en castellano: "Me gustaría que cuando viniese aquí la selección española usted la animase con el mismo entusiasmo y fervor que ahora demuestra hacia el Barcelona"
Josep Tortosa falleció el 9 de mayo de 1998.
Para los que no sepan la "claca" es un grupo de gente que son los que animan al publico para aplaudir en un momento dado. Se suele utilizar muchos en los programas en directo y son los que dicen que deben hacer ese publico que asiste, aplaudir, abuchear.
A Josep Tortosa, su barcelonismo le produjo algún que otro quebradero de cabeza. En un partido en Zaragoza, el público de La Romareda no vio con buenos ojos sus gritos y se le echó encima, provocando un altercado que acabó con la intervención de la policía, con su detención y su paso por comisaría. Y eso que se había limitado a animar al Barça. En otra ocasión tuvo un encontronazo con el gobernador civil, en un partido que el equipo de baloncesto jugó en el antiguo Palacio de los Deportes de Barcelona. El gobernador, molesto por los ges-tos y los gritos de Josep Tortosa, se le acercó y con un tono amenazador le dijo en castellano: "Me gustaría que cuando viniese aquí la selección española usted la animase con el mismo entusiasmo y fervor que ahora demuestra hacia el Barcelona"
Josep Tortosa falleció el 9 de mayo de 1998.
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