El 11 de abril de 1980, el equipo blaugrana viajaba hasta el aeropuerto
Gando de Gran Canaria. Todo había transcurrido con normalidad hasta
empezar a descender el aparato para tomar tierra en el aeropuerto
canario. Entre los corazones alterados de los pasajeros, la nave empezó a
zigzaguear y cuando llegó a pocos metros del suelo se ladeaba haciendo
peligrar el aterrizaje. Se desconocen las razones por la que el
Comandante de la nave: Sr Campo, no quiso dar razones de ese
"aterrizaje" tan dantesco en la pista de aterrizaje.
Las cosas empezaron a empeorar en el momento en que el peligro de que una de las alas pudiese tocar el suelo era ya evidente. Según los expertos no había desconectado totalmente los motores, ya que funcionaban a régirmen idóneo para sacar la aeronave de tan comprometida situación. Fueron los momentos más dramáticos, que se produjeron y es cuando el piloto, dándose cuenta de la situación, puso de nuevo los motores en marcha para volver a ganar altura. Entre numerosas zozobras, el avión sólo pudo elevarse poco más de unos metros, hasta que finalmente logró tornar la altura necesaria para salvar el peligro e intentar tomar tierra de nuevo, tras dar una vuelta. Quienes estaban en los asientos cercanos a las ventanillas aseguraban que había menos de dos metros de distancia entre las alas y la pista de aterrizaje
Otro aterrizaje que afortunadamente si sería normal dando por finalizado uno de los "viajes" más terribles que. probablemente habían tenido que sufrir la mayoría de jugadores, técnicos y directivos blaugrana en sus muchos viajea alrededor del planeta
Las cosas empezaron a empeorar en el momento en que el peligro de que una de las alas pudiese tocar el suelo era ya evidente. Según los expertos no había desconectado totalmente los motores, ya que funcionaban a régirmen idóneo para sacar la aeronave de tan comprometida situación. Fueron los momentos más dramáticos, que se produjeron y es cuando el piloto, dándose cuenta de la situación, puso de nuevo los motores en marcha para volver a ganar altura. Entre numerosas zozobras, el avión sólo pudo elevarse poco más de unos metros, hasta que finalmente logró tornar la altura necesaria para salvar el peligro e intentar tomar tierra de nuevo, tras dar una vuelta. Quienes estaban en los asientos cercanos a las ventanillas aseguraban que había menos de dos metros de distancia entre las alas y la pista de aterrizaje
Otro aterrizaje que afortunadamente si sería normal dando por finalizado uno de los "viajes" más terribles que. probablemente habían tenido que sufrir la mayoría de jugadores, técnicos y directivos blaugrana en sus muchos viajea alrededor del planeta
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