Cap. 2689: Muere Benitez [I]

El 6 de abril de 1968, fallece Julio César Benitez. El parte médico era asi de escueto:
"Fallecimiento por fibrilación ventricular consecutiva a una séptico-piohemia intensísima, cuya etiología, dada la rapidez del cuadro, no se ha podido establecer. Cuadro humoral repetidamente estudiado por los doctores Salazar Badía y Travé Alonso. Cultivos bacteriológicos por los doctores hermanos Foz Tena”. Nadie lo entendió y a día de hoy creo que ningún médico pueda entenderlo.
La muerte quedó en el misterio, porque hubo médicos que dijeron que no había razones para creer que los mariscos hubiesen sido la causa del fallecimiento. Las dudas crecieron cuando años después la viuda expresó en el diario "La Vanguardia" de Barcelona que a su marido lo habían envenenado y que solo había comido carne y verduras en Andorra. ¿Cual es la realidad?
El doctor Baxarias, uno de los que estuvo presente durante su fallecimiento, generaba más dudas al afirmar pocos días después que "no hay ninguna razón clínica para creer que la muerte de Benítez se deba a haber comido mariscos". Es evidente que una autopsia hubiera resuelto el problema, pero casualmente las autoridares no la autorizaron, al considerar su muerte como "natural". Pero porque la biopsia que se le practico, nunca ha salido a la luz?. Esa biopsia, asegura Pilar Ruiz (esposa de Benitez) guarda el secreto de la muerte de Julio". ¿Que hay detras de esa muerte?
Como toda muerte "extraña" esta tiene sus propias leyendas urbanas.
Según la versión oficial de la época, Benítez murió de Botulismo o intoxicación botulínica, producida por la bacteria Clostridium botulínum, a consecuencia del consumo de marisco enlatado en mal estado (se hablaba de berberechos, no de mejillones). Aunque esta bacteria está también presente en embutidos, ahumados y vegetales mal conservados.
Tambien se hablo por aquellos días, que no fue en Andorra, sino este boutulismo era de uno o varios mejillones en mal estado degustados en una tasca de la Barceloneta y de un mejillón no depurado, contaminado por los tóxicos derivados de los cascos de los barcos puede ser mortal de necesidad
Otras de esas "leyendas" habla de ese "envenenamiento" y que vendría dado, por una relación que tenía Benitez, con una mujer de la burguesía catalana y emparentada con el poder de la época. Según las malas lenguas, este "cornudo" sería incluso un concejal del Ayuntamiento de Barcelona
Algunos compañeros hablan de que a pesar de tener el higado por haber pasado dos heptitis, era muy dado a la noche barcelonesa y que acudía en demasia, tarde a los entrenamientos.