El 19 de marzo de 1979, la Junta Directiva del FC Barcelona, pactaba una
prima "muy suculenta". Los jugadores se embolsarían en caso de dejar en
la cuneta al Ipswich Town, una prima que quitaba el sueño en aquellos
años. Los jugadores sabian lo cerca que estaban de entrar en las
semifinales de la Recopa de Europa. Dada la importancia de ese partido,
se daría una prima especial y se confirmaba el pronóstico que apuntaba
hacía los blaugrana, como vencedores de la eliminattoria, cada jugador
de los convocados por Lucien Muller, para aquel podía embolsarse una
cantidad que partiría de las 300 mil ptas por barba, si todo era normal.
Y si se requería un esfuerzo superior, quien sabía si Josep Lluis Núñez
respondía con otro "esfuerzo" con tal, de que el equipo continuara
adelante en la competición y que podría ser la primera de manera
"oficiosa" en su palmares como presidente blaugrana
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