Era la una y cuarto de la tarde, del 11 de marzo de 2004, cuando Joan
Laporta bajó de su habitación en el hotel Marriott de Glasgow para
ofrecer a los medios de comunicación, a través de una declaración
oficial, la postura de la directiva azulgrana respecto a la celebración
del Celtic-Barça tras los atentados perpetrados unas horas antes en
Madrid. Joan Laporta explicó que quería suspender el encuentro y que
tenía el apoyo de la entidad escocesa y la Real Federación Española de
Fútbol, pero que finalmente la UEFA (Lennart Johansson) decidió que el
partido se jugara. A las nueve y media de la mañana el directivo Xavier
Faus y el delegado y el jefe de prensa del primer equipo, Carles Naval y
Josep Miquel Terés, se reunieron como es habitual antes de cada
encuentro europeo con el delegado de la UEFA en este partido, el belga
Robert Sterckx, y los responsables del Celtic de las mismas áreas. Faus,
en nombre de la junta, pidió oficial- mente la suspensión. La reuniónse
aplazó media hora: ni Sterckx ni los del representantes del Celtic
estaban al corriente de la magnitud de la tragedia. A las diez, el
Celtic de Glasgow se posicionó favorable a la suspensión, aunque, eso
sí, exigió que la decisión final se tomara lo antes posible, ya que
todas las entradas estaban vendidas y los seguidores del Celtic proceden
de toda Escocia. Su secretario general, Peter Lawell, emitió un
comunicado por televisión condenando el atentado y asegurando que
aceptaban la suspensión del mismo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada