dimecres, 20 de maig del 2015

Cap. 1288: Anectodas fichaje Julio Salinas y Eusebio (II)

Eusebio

En cambio para Eusebio ("Use") ese día cambió la vida. "Se me abrieron las puertas del cielo. En otros equipos, con mediocentros defensivos, me costaba, tampoco me adaptaba a la mediapunta, muy adelantado, pero en el Barça encajé perfecto, con dos medios por dentro, toque, posesión, línea de pase... Llegué al sitio ideal y en el momento perfecto"
De Johan, Eusebio destaca su apostación táctica: "Fue una revolución, en la primera charla explicó su sistema en l pizarra. Colocó tres defensas, cuatro por dentro, dos extremos... Nos miramos y nos dijimos... ¡Pero esto qué es!. Era la época del 4-4-2 y el 5-3-2 pero aquel dibujo no lo había visto nunca"
Eusebio fue uno de los jugadores clave del "Dream Team" de Johan Crujff y tambien uno de los mas disciplinado, su caracter afable y su discrecion le proporcionaron el reconocimineto de una aficion a veces aburrida de la veleidad de sus estrellas, el 30 de junio de 1995 dejo la disciplina azulgrana para fichar por el Real Celta de Vigo
Una vez finalizada su carrera fue ayudante de Rijkaard en el banquillo blaugrana junto a Johan Neskeens. Una vez acabado el ciclo como entrenador Rijkaarrd, abandona el club para comenzar la carrera en solitario
Los dos reconocen cita los cambios de Johan. "Nunca corrí tanto como en el Atlético con Ángel Vilda de preparador físico. A veces nos escondíamos debajo de un árbol para descansar cuando hacíamos series en el bosque. Llegamos al Barça y también lo hizo Vilda. ¡No, por favor, que no fiche por el Barça!", suplicamos.
Pues llegó y todas las sesiones con balón. "A este tío nos lo han cambiado", pensé

Cap. 1288: Anectodas fichaje Julio Salinas y Eusebio (I)

Julio Salinas

El 20 de mayo de 1988, Eusebio y Julio Salinas fichaban por el FC Barcelona, fue un día lleno de anecdotas. Los dos tenían las horas contadas en el Vicente Calderon. El 7 de mayo de 1988, faltaban dos jornadas para la finalización de la temporada. Jesus Gil, antes de jugar en Valencia, los llamó y les dijo: "Debéis hacerlo bien. Cruyff está en la 'grada'”. "Corrí como nunca", admitio años después Julio Salinas. "Pasamos la prueba, nos llamaron al despacho de Gil y con Ramon Martínez se cerró todo rápido. Yo con mi agente Miguel Santos y Julio, como siempre, solo" añadía Eusebio
El Barça pagó 300 millones más el ariete Carlos, al conjunt colchonero
- "Yo (Julio) era de Calderón y Gil no podía hacer negocio conmigo. Y "Use" era de los suyos. Nos valoraron en 250 millo-nes, "Use" y 50, yo. Así Gil se quedaba más pastel" [...] "Un año antes ya habían intercambiado a Uralde por Goiko. Y se estaba a punto de cerra el mío por Biurrun, pero el Athletic además quería dinero. Gil se cabreó y les dijo si pensaban que era bobo, que Salinas tenía 25 años y metía goles. Y me preguntó si en lugar de volver a Bilbao me importaría ir al Barça. 'Cuando quiera', respondí"

Julio Salinas se sorprendio, cuando entró al despacho para firmar de primeras a cambio Núñez le comenta:
- "Que sepas que aquí nadie te quiere, sólo Cruyff. Está en contra de la voluntad de todos".
La razón era que en el Atlético le colgaron el cartel de revolucionario y para colmo en el Barça acababan de vivir lo del "Motin del Hesperia".
- "Se va el 'Che Guevara', Víctor Muñoz, y llegas tú", siguió Núñez.

Lo peor aún estaba por llegar, los periodistas azusaron a Struells. "Va, dile qué piensas". Él no quería pero la insistencia, de sus compañeros, le soltó medio en serio medio en broma: "No entiendo que después de Cruyff y Maradona te fichen a ti. Eres el peor delantero de la historia". Salinas le replico: "Tranquilo, tengo mucha confianza en mí y te haré cambiar de opinión rápido"
Y para colmo, en la sesión de fotos le piden a Salinas que haga toques de balón como todos los cracks en su presentación, él en cambio queria salir chutando el balón, al final tuvo que hacer la foto de los toques y quedo retratado, solo le pudo dar tres seguidos antes de coger el 'balon' con la mano para evitar que se cayera

Cap. 1287: La primera Copa de Europa (III)

Fue una final ajustada a los cánones. Es decir, un partido sin demasiado brillo. A los jugadores del Barça les costó controlar el ritmo. La inspiración se había marchado justo cuando era más necesaria. Pagliuca desbarató un par de opciones, materializadas por Koeman (de falta) y Stoichkov (cabezazo a centro de Eusebio), en la primera mitad. La espesura dominante en los 45 minutos iniciales también se alteró en un disparo a bocajarro del inconfundible "Calvo" Lombardo que despejó Zubizarreta. La Sampdoria aguardaba agazapada, pero mantenía afiladas las garras que le habían transportado a la final.

La dinámica del juego favorecía los intereses italianos. El Barça tomó conciencia de ello y salió en el segundo tiempo con más intensidad y empuje. Como la calidad venía de serie, el cuadro catalán empezó a merodear con mayor frecuencia la portería transalpina. Julio Salinas (en una acción embarullada desbaratada por los reflejos de Pagliuca) y Stoichkov estuvieron cerca de marcar. La Sampdoria, a lo suyo, amenazó el arco azulgrana en una rápida acción de Lombardo que Vialli, solo ante Zubizarreta, culminó con un disparo desviado. Los minutos se consumían y el 0-0 persistía. La prórroga acechaba cuando Stoichkov reapareció. El temperamental delantero búlgaro se benefició de una asistencia genial de Laudrup y encaró a Pagliuca. El corazón de los culés dejó de latir cuando Stoichkov cruzó su disparo. El balón chocó con el poste y un "em cago en Deu" generalizado recorrió el sector blaugrana de Wembley. Stoichkov maldijo con sus característicos aspavientos la fortuna italiana. Vialli replicó en dos secuencias consecutivas. Una la desbarató un acertado Zubi y la otra se perdió cerca del poste derecho tras un toque lleno de clase del internacional azzurro. Ahora tocaba respirar de alivio y coger aire. No había vuelta atrás. La final se decidiría en treinta minutos adicionales para los que los jugadores tenían las fuerzas justas. Quizás ni eso.

La prórroga es una instancia decisoria donde se aglomeran pensamientos, deseos y sensaciones a un ritmo difícil de asimilar por los sufridos protagonistas. La conjunción del deseo de victoria con el extremo cansancio físico y psicológico da como resultado una receta casi invariable. Los equipos contendientes atacan sin demasiada convicción. Reculan porque saben que un error a esas alturas es la sentencia definitiva. Y prefieren no perder que ganar, siempre les quedara la "loteria" de los penaltis. El Barça lo siguió intentando, pero la gasolina escaseaba. Únicamente una oportunidad de Bakero rompió un guion que parecía contar con el consentimiento tácito de ambas partes.
Costaba creer que el equipo de Cruyff quisiese entregar su destino a otra tanda de penaltis como la de Sevilla ante el Steaua, pero los minutos pasaban y las ideas se agotaban. El balón parado no era el recurso de cabecera de aquel Barcelona, pero todo vale en esas circunstancias extremas. Más si se cuenta con un jugador como Ronald Koeman. Eso debió pensar el sufrido seguidor blaugrana cuando vio al defensa holandés preparado para golpear el cuero tras una falta de Invernizzi a Eusebio cerca de la frontal del área. Era el minuto 111. Stoichkov sacó en corto, Bakero paró el esférico y Ronald lo reventó con la diestra. El balón atravesó la barrera como un misil y no paró hasta impactar con violencia en la red de la portería de Pagliuca. Koeman corrió poseído por el extásis del momento. Sus compañeros lo abrazaron con fervor. Cruyff, en la banda, mantuvo la compostura, pero intuía culminada la obra que había comenzado cuatro años antes. La conquista de la primera Copa de Europa de la institución legitimaba su apuesta atrevida e inmortalizaba su figura, origen de un legado que todavía perdura en Can Barça.

Cap. 1287: La primera Copa de Europa (II)

Es fácil comenzar la historia por el final. Aquel día 25.000 fieles blaugranas viajaron por tierra y aire hasta Londres, estaban ilusionados para poder ver por fin al Barça campeón de Europa. La página dolorosa de Sevilla seguía apuñalando nuestros corazones y era el momento propicio para lograrlo. En la final nos esperaba La Sampdoria de Vialli, Manzini, Cerezo, Pagliuca y Lombardo, entre otros. Dos hechos curiosos marcaron esa final: primero, que el Barça jugó ese partido por primera vez con una camiseta de color naranja y segundo, que su técnico Johan Cruyff reunió a sus jugadores antes del partido y pronunció su frase, y que ha pasado a la historia del club: "Hemos llegado hasta la final, ahora salid y disfrutad". Nadie dudaba de que los jugadores del Barça disfrutaban con el balón y su posesión infinita, pero una final es un partido diferente. Los nervios incordian más al favorito y la aparente víctima, con mucho que ganar, esquiva mejor la presión y jamás desaprovecha la ocasión de morder para ver si su contrincante es tan fuerte como parece.
Aquel día y dado la marcha del partido, todos los cules sufrimos mucho ante el televisor aquel día. El partido fue retransmitido por la 2 (por aquellos años, el interes nacional radicaba en el mismo equipo de siempre) y por "Pitu" Abril con los comentarios de Lluís Pujol y del Senyor Casamajor (Xavier Sardà en su papel más conocido de aquella época). Muchos también escuchaban a Joaquim Maria Puyal en Catalunya Radio o a Alfons Arús con su gran Força Barça (Radio Barcelona). Pero todos querían oír y ver lo mismo: al Barça campeón de Europa. Y aquel minuto 111 de partido fue el momento histórico que, con los años, se va haciendo más grande y que al recordarlo aún se nos pone la carne de gallina.
Era verda que la Sampdoria no imponía tanto como sus paisanos del AC Milan, el Inter o el SSC Napoli, pero eran italianos y, por tanto, ultracompetitivos. Además, anhelaban revancha (el Barcelona les había arrebatado la Recopa en 1989 por 2-0 [Salinas y López Rekarte]). Dirigidos por el histórico Vujadin Boskov, sus pilares eran un portero solvente (Pagliuca), el trabajo y la clase de Toninho Cerezo y Lombardo en el mediocampo y la pegada virtuosa (Vialli y Mancini)

Cap. 1287: La primera Copa de Europa (I)

Acababan de sonar las señales horarias de las 22.30 en las emisoras de radio. Koeman está a punto de chutar una falta al borde del área de la Sampdoria. Es el minuto 111 de partido, falta poco para que se acabe la segunda parte de la prórroga y muchos de nosotros ya estabamos pensando en una nueva tanda de penaltis igual que en la final de Sevilla, esa final que nadie quiere recordar. Esa falta era una oportunidad perfecta para deshacer el empate a cero en el marcador, era el momento idóneo para entrar de una vez en la historia como los mejores de Europa y dejar atrás las finales de Berna (1961) y Sevilla (1986)
La falta era indirecta y la barrera estaba mal situada. Debía tocar antes uno del Barça para que Koeman pudiera chutar y eso hacía que los italianos salieran rápido a parar el balón. Un silencio sepulcral resonaba en Wembely. El "trio mágico", que nunca olvidaremos estaban rodeando el balón: toca Stoichkov, para Bakero, pica Koemaaaannnn... goooooooooool! Gol de Koeman! Gol de Barça en la final de la Copa de Europa! Catalunya entera y todos los rincones blaugranas del mundo saltaron ante ese gol que por fin hacía al Barça el rey de Europa. Alexanko sustituía a Pep Guardiola sólo 2 minutos después, para que como capitan de aquel equipo, tuviese el honor de levantar la primera copa de Europa. Los jugadores que vestieron de naranja, cambiaron de uniforme antes de subir por los 37 escalones de la "Gloria de Wembley", solos destinados a los campeones.

FC Barcelona - UC Sampdoria 1-0

Barcelona: Zubizarreta, Nando, Ferrer, Koeman, Juan Carlos, Bakero, Salinas (Goikoetxea), Stoichkov, Laudrup, Guardiola (Alexanko), Eusebio.
Sampdoria: Pagliuca, Mannini, Katanec, Pari, Vierchowod, Lanna, Lombardo, Toninho Cerezo, Vialli (Buso), Mancini, Ivano Bonetti (Invernizzi).

FC Barcelona - UC Sampdoria 1-0

Cap. 1286: La Segunda liga en el saco

La segunda liga del Barça, llegó en la temporada 1944/45, tuvo que regresar el "Mago" Pep Samitier para que el Barça pudiera añadir a su palmarés el segundo título de Liga. Samitier revolucionó el equipo aplicando nuevas tácticas en algunos encuentros, como la denominada "WM" que Herbert Chapman estaba implantando en el Arsenal. Gran parte del exito estuvo en casa, donde solo dejó escapar tres puntos de 26 posibles en su estadio de Les Corts: en la 2ª jornada perdió con el Oviedo (0-1), y en la 14ª jornada, concedió un 2-2 con el Atlético Aviación. El título llegaba en la última jornada, empatando contra el CF Sevilla, era el 20 de mayo de 1945

CF Sevilla - FC Barcelona 0-0

Sevilla: Busto, Joaquin, Berridi, Alconero, Felix, Mateo, Lopez, Arza, Campanal, Iturbe, Raimundo.
Barcelona: Velasco, Elias, Curta, Raich, Sans, Gonzalvo II, Rueda, Escola, Cesar, Seguer, Bravo.

Cap. 1285: Se innagura Les Corts

Por 960.000 pts., el Club compro los terrenos denominados "Can Guerra" y "Can Cepillo", ubicados al término de Las Corts, para construir un estadi, L'escopidera se queda pequeña. La 1ª piedra se puso el 19 de mayo de 1922 y se inaguraba solo tres meses despues el 20 de mayo de 1922. Durante 35 años se vivieron las mayores gestas del club blaugrana de nuestra historia, que tuvo como mayo exponente al "Barça de Les Cinc Copes". El primer jugador que piso el cesped del estadi fue Paulino Alcantara.

FC Barcelona - Saint Mirren 2-1
Barcelona: Zamora, Planas, Surroca, Torralba, Sancho, Samitier, Piera, Martínez, Gracia, Sagi-Barba, Alcantara
Saint Mirren: Bradford, Hamilton, Birrell, Clunas, Barclay, Duff, Lawson, Gillies, Walker, Stevenson, Thomson
Goles: 0-1 Thomson, 1-1 Birrell (pp), 2-1 Alcantara

Al día siguiente se volvió a jugar contra el mismo equipo

FC Barcelona - Saint Mirren 1-0

Barcelona: Zamora, Planas, Piera, Torralba, Sancho, Samitier, Viñals, Martínez, Gracia, Alcantara, Martinez-Sagi
Saint Mirren: Bradford, Frindlay, Birrell, Clunas, Duff, Leslie, Lawson, Gillies, Walker, Doos, Thomson
Goles: 1-0 Gracia