El 31 de diciembre de 1988, 3l presidente del FC Barcelona volvia a
viajar con el equipo en Liga después de 1.368 días. La última vez que se
había desplazado fue con ocasión del Real Valladolid-FC Barcelona (1-2)
de la temporada 1984/85, el dia en que el equipo entrenado por Terry
Venables, se proclamaba campeón de Liga al detener Urruti una pena
máxima al salvadoreño Mágico González, mientras en las ondas se
escuchaba los de "Urruti, t'estimo, Urruti, t'estimo". Desde aquel día,
Josep Lluis Núñez consideraba que su presencia en los estadios rivales
provocaba duras reacciones del público contra su persona y también
contra el equipo, decidió quedarse en Barcelona. En esta ocasión, sin
embargo, rompió la tradición y viajó para presidir el Atlético
Madrid-Barça (1-3) de la 17ª jornada, que se disputo el 1 de enero de
1989. Núñez, de regreso, aseguraba "no estar acostumbrado" y haberlo
"pasado mal", aunque le alivió el hecho "de haber ganado·. Aprovechó el
desplazamiento a Madrid para pactar con Jesús Gil el llamado pacto
anti-Madrid para acabar con el poder blanco, en los estamentos oficiales
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