Los festejos del centenario del club empezaron 45 minutos antes (21:15
horas) de que diera inicio el Barça-Atlético de Madrid de Liga,
correspondiente a la 12ª jornada. La entidad barcelonista había pedido a
la Federación jugar en casa este día para dar el pistoletazo de salida a
los actos de la efemérides ante su afición. Para ello organizó una
ceremonia inaugural de lujo. Con un Camp Nou, lleno hasta la bandera, se
vivió una fiesta muy emotiva en la que hubo de todo, desde un
espectacular castillo de fuegos artificiales a la interpretación del
Cant del Centenari (una composición del maestro Ros Marbà con letra del
escritor Ramon Solsona) por parte del Orfeó Català. Desde un desfile de
500 personas en representación de las 1.300 peñas que tenía el club a
sentidos mensajes de barcelonistas de Australia, Argentina, China o
Argelia, por citar algunos episodios de la fiesta. Luego, más
espectáculo. Luz, música, danza... Hasta llegar al momento cumbre: la
aparición de Joan Manuel Serrat, que empezó a interpretar el "Himno del
Barça" a capella en un coliseo que se había quedado a oscuras (sólo él
estaba iluminado) y en el más sepulcral de los silencios... La emoción
embargó a los presentes, que despidieron a Serrat con una atronadora
ovación
Aquell temporada se jugo con una camiseta especial para la ocasión, elástica denominada del centenario y que recordaba a la primera que lució el FC Barcelona en la época de Gamper: mitad grana y mitad azul. Una de las anécdotas del festejo fue que no se interpretaron los himnos de Catalunya ni de España pese a estar el presidente de la Generalitat en el palco, acompañado por la Infanta Cristina, en representación de la Casa Real. La organización, así como los responsables de protocolo, para evitar polémicas, decidieron eliminarlos del guion para ahorrarse los problemas que hubieran tenido en caso de sonar por los altavoces la Marcha Real, que a buen seguro hubiera sido pitada por gran parte de los presentes. En cualquier caso, y en especial pese a la derrota, fue una fecha histórica que siempre se ha escrito en letras de oro y que ha quedado grabada a fuego en los anales del club.
Aquell temporada se jugo con una camiseta especial para la ocasión, elástica denominada del centenario y que recordaba a la primera que lució el FC Barcelona en la época de Gamper: mitad grana y mitad azul. Una de las anécdotas del festejo fue que no se interpretaron los himnos de Catalunya ni de España pese a estar el presidente de la Generalitat en el palco, acompañado por la Infanta Cristina, en representación de la Casa Real. La organización, así como los responsables de protocolo, para evitar polémicas, decidieron eliminarlos del guion para ahorrarse los problemas que hubieran tenido en caso de sonar por los altavoces la Marcha Real, que a buen seguro hubiera sido pitada por gran parte de los presentes. En cualquier caso, y en especial pese a la derrota, fue una fecha histórica que siempre se ha escrito en letras de oro y que ha quedado grabada a fuego en los anales del club.
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