El 16 de noviembre de 1982, Allan Simonsen, "Simonet" para los
aficionados se despedía como jugador del equipo blaugrana. El último
acto de la vida de Simonsen como blaugrana acababa entre lágrimas. Las
que el propio Alan y Udo Lattek derramaron cuando el presidente Josep
Lluis Núñez hacia entrega de una placa en la que se compendiaba el
cariño de la afición blaugrana tuvo siempre en su "Simonet" todo un
ídolo a principios de los '80 y que había sido clave en la conquista en
mayo de la 2ª Recopa de Europa del club blaugrana. Allan Simonsen se iba
a la Premiere League y al Charlton Athletic
En la placa se podía leer: "En gratitud por los servicios prestados y por la lealtad y entrega con que defendió la camiseta del azulgrana”. Tomó la palabra el querido jugador, que desde el primer día se ganó el respeto de la afición por su profesionalidad, bondad y talento, y comentó que "estoy triste... Esta despedida ha sido muy dura para mí. Sólo deseo lo mejor para la afición del Barça y que pronto pueda festejar una Liga". Y cuando se le preguntó si le hubiera gustado que le hicieran un partido de homenaje para despedirse de ella, comentó: "No, no... No lo hubiera resistido". El presidente Núñez, que le consoló paternalmente, cogiéndole la cara con las manos, también se emocionó.
En la placa se podía leer: "En gratitud por los servicios prestados y por la lealtad y entrega con que defendió la camiseta del azulgrana”. Tomó la palabra el querido jugador, que desde el primer día se ganó el respeto de la afición por su profesionalidad, bondad y talento, y comentó que "estoy triste... Esta despedida ha sido muy dura para mí. Sólo deseo lo mejor para la afición del Barça y que pronto pueda festejar una Liga". Y cuando se le preguntó si le hubiera gustado que le hicieran un partido de homenaje para despedirse de ella, comentó: "No, no... No lo hubiera resistido". El presidente Núñez, que le consoló paternalmente, cogiéndole la cara con las manos, también se emocionó.
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