La final de la Copa de España jugada ante el Athletic en el 2012, fue el
último título de Pep Guardiola como entrenador del FC Barcelona. El
mejor entrenador del Barça de todos los tiempos se desabrochaba el
cinturón y se refugiaba en el silencio de una historia que es
innolvidable, 14 títulos de 19 posibles algo difícil de igualar y que
nos recordara al ideólogo de un equipo sublime, incomparable y
majestuoso.
Pep Guardiola tuvo en esa final, el final que se merecía como entrenador del club blaugrana.
El Barça "había escogido" Madrid, como última parada del ciclo Guardiola, para rendir tributo aun líder extraordinario y como escenario idóneo para lanzar un mensaje de continuidad, para desmentir a los profetas capitalinos del cansino fin de ciclo.
Pep Guardiola tuvo un detalle muy significativo en el que fue su último partido como máximo responsable técnico del Barça. Y es que el entrenador blaugrana reunió a todo el grupo que viajó a Madrid y, delante de los jugadores, le agradeció a su staff de colaboradores su enorme profesionalidad durante estos cuatro años y el fantástico trabajo que han realizado y que había fructificado en esos 14 títulos.
Pep Guardiola tuvo en esa final, el final que se merecía como entrenador del club blaugrana.
El Barça "había escogido" Madrid, como última parada del ciclo Guardiola, para rendir tributo aun líder extraordinario y como escenario idóneo para lanzar un mensaje de continuidad, para desmentir a los profetas capitalinos del cansino fin de ciclo.
Pep Guardiola tuvo un detalle muy significativo en el que fue su último partido como máximo responsable técnico del Barça. Y es que el entrenador blaugrana reunió a todo el grupo que viajó a Madrid y, delante de los jugadores, le agradeció a su staff de colaboradores su enorme profesionalidad durante estos cuatro años y el fantástico trabajo que han realizado y que había fructificado en esos 14 títulos.
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