La historia del Café Torino y el FC Barcelona es una de esas que parecen
haber quedado en el olvido. El edificio era espectacular, una obra
maestra del modernismo barcelonés, fue inaugurado en Septiembre de 1902.
En su diseño intervinieron los mejores arquitectos del Modernismo
catalán: Antoni Gaudí, Pere Falqués y Josep Puig i Cadafalch, además de
los escultores Massana y Buzzi. El interior estaba decorado con muebles
de la prestigiosa casa vienesa Thonet, trabajados bajo la dirección del
decorador Ricard de Capmany
Era propiedad del italiano Flaminio Mezzalama, estaba situado en el Passeig de Gràcia 18, esquina con Gran Via de les Corts Catalanes, y era llamado el Palacio del Vermut. Su propietario Flaminio Mezzalama fue el introductor de la bebida en Barcelona.
Tras la victoria en el Campeonato de España -actual Copa del Rey, de la temporada 1910/11, la plantilla y los directivos del FC Barcelona llegaron desde Madrid al Baixador del Passeig de Gràcia de Barcelona. Y, de inmediato, fueron invitados a celebrar un homenaje en el Café Torino, un café muy concurrido por la burguesía catalana de la primera década del siglo XX.
Para los directivos y jugadores del FC Barcelona, el Café Torino, como otros establecimientos de la época (Cafè de l'Òpera, Baviera, Zurich, etc.), era ya conocido por su condición de clientes habituales.
Del señor Mezzalama se sabe que hasta 1908 fue un personaje muy activo en la sociedad barcelonesa: se le podría considerar también padre del turismo gastronómico de la ciudad, pues organizaba cada año un viaje de italianos a la Ciudad Condal. A partir de ese año, sin embargo, se le pierde el rastro en España y reaparece en la prensa, desafortunadamente, el 13 de Julio de 1911 cuando La Vanguardia anuncia su fallecimiento en Turín
Así es como a partir de ese momento ambos cafés cierran de golpe y desaparece ese símbolo de la vinculación Barcelona
Era propiedad del italiano Flaminio Mezzalama, estaba situado en el Passeig de Gràcia 18, esquina con Gran Via de les Corts Catalanes, y era llamado el Palacio del Vermut. Su propietario Flaminio Mezzalama fue el introductor de la bebida en Barcelona.
Tras la victoria en el Campeonato de España -actual Copa del Rey, de la temporada 1910/11, la plantilla y los directivos del FC Barcelona llegaron desde Madrid al Baixador del Passeig de Gràcia de Barcelona. Y, de inmediato, fueron invitados a celebrar un homenaje en el Café Torino, un café muy concurrido por la burguesía catalana de la primera década del siglo XX.
Para los directivos y jugadores del FC Barcelona, el Café Torino, como otros establecimientos de la época (Cafè de l'Òpera, Baviera, Zurich, etc.), era ya conocido por su condición de clientes habituales.
Del señor Mezzalama se sabe que hasta 1908 fue un personaje muy activo en la sociedad barcelonesa: se le podría considerar también padre del turismo gastronómico de la ciudad, pues organizaba cada año un viaje de italianos a la Ciudad Condal. A partir de ese año, sin embargo, se le pierde el rastro en España y reaparece en la prensa, desafortunadamente, el 13 de Julio de 1911 cuando La Vanguardia anuncia su fallecimiento en Turín
Así es como a partir de ese momento ambos cafés cierran de golpe y desaparece ese símbolo de la vinculación Barcelona
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