Casualmente (para el que crea en las casualidades) esta enfermedad es
detectada solo un mes despues de su estancia en Paris, en una
eliminatoria contra el PSG. Y que significó uno de los primeros
escándalos de Diego Armando Maradona en el fútbol europeo. Maradona se
quedó unos días en París, según su "versión", haciendo compañía a
"Ossie" Ardiles (que por cierto se había perdido el partido por una
lesión) y descansando del ajetreo diario de Barcelona. Pero la prensa
del país vecino afirmaba algo distinto, con testimonios gráficos de por
medio. Diego Armando exploró la ciudad a fondo, quedando encandilado por
la "Nuit" parisina y dejándose llevar por el éxtasis del momento.
En aquellos mismos días, Josep Lluís Nuñez también se encontraba en París, donde se había quedado por cuestiones publicitarias. El presidente sorprendió con unas durísimas declaraciones sobre la figura de Maradona, al que instaba a tener un comportamiento más profesional, acorde a la realidad de la institución. Sin duda, Nuñez comenzaba a estar harto de los caprichos de Diego Armando, de sus noches locas y de las exigencias de Jorge Czysterpiller, el controvertido representante del astro argentino.
Las noticias de la prensa gala en cuanto a los modales, la educación y la profesionalidad de Maradona, enfurecieron al presidente y a la junta directiva. Ya en Barcelona, Maradona cenó junto a Czysterpiller en el domicilio del presidente del club. El futbolista fue llamado a corregir sus faltas, y aparentemente, todo quedó en una simpática puesta en común de impresiones.
Solo llevaba tres meses en España, y ya comenzaba a poner a prueba la dosis de paciencia de sus allegados. A su llegada es cuando comenta: "Saldré por la noche cuándo quiera y dónde quiera, siempre que mi rendimiento no se vea afectado en la cancha después".
En aquellos mismos días, Josep Lluís Nuñez también se encontraba en París, donde se había quedado por cuestiones publicitarias. El presidente sorprendió con unas durísimas declaraciones sobre la figura de Maradona, al que instaba a tener un comportamiento más profesional, acorde a la realidad de la institución. Sin duda, Nuñez comenzaba a estar harto de los caprichos de Diego Armando, de sus noches locas y de las exigencias de Jorge Czysterpiller, el controvertido representante del astro argentino.
Las noticias de la prensa gala en cuanto a los modales, la educación y la profesionalidad de Maradona, enfurecieron al presidente y a la junta directiva. Ya en Barcelona, Maradona cenó junto a Czysterpiller en el domicilio del presidente del club. El futbolista fue llamado a corregir sus faltas, y aparentemente, todo quedó en una simpática puesta en común de impresiones.
Solo llevaba tres meses en España, y ya comenzaba a poner a prueba la dosis de paciencia de sus allegados. A su llegada es cuando comenta: "Saldré por la noche cuándo quiera y dónde quiera, siempre que mi rendimiento no se vea afectado en la cancha después".
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