Mientras Tarradellas ocupó la presidencia de la Generalitat fue posible
la paz, el entendimiento y la concordia entre Catalunya y el gobierno de
España presidido por Suarez, algo que en la actualidad parece casi
imposible.
Tan conciliador fue el Molt Honorable que consiguió por una sola vez en la historia del fútbol español que el FC Barcelona y el Real Madrid se estrecharan la mano… ¡y los culés aplaudiesen a un jugador madridista… en el mismísimo Camp Nou! (años después seria el Bernabeu quien correspondería con el ejemplo)
En aquellos días el Barça estaba presidido por Josep Lluís Núñez y el club madridista por Luis de Carlos. Ambos mandatarios, desde hacía tres meses no se hablaban debido a la hostilidad habida entre los dos presidentes provocada por un cruce de desagradables declaraciones debidas a unas polémicas decisiones arbitrales sucedidas en los últimos torneos. El presidente madridista había afirmado días antes de celebrarse el partido FC Barcelona - Real Madrid en el Camp Nou que no tenía intención de sentarse en el palco presidencial sino que optaría por pagarse una entrada en la tribuna. Como reacción, el 30 de enero de 1980 Tarradellas pidió a Luis de Carlos que recibiera al secretario de la Diputación de Barcelona, Josep María Esquerda Roset, para que éste le transmitiera la gran preocupación que tenía por la situación que atravesaban ambos clubes. La situación política del momento no era aconsejable para la confrontación sino que debía de aprovecharse para la solidaridad entre todos los territorios del Estado español, de modo que el torneo entre los dos grandes de la Liga de fútbol debía de convertirse en un ejemplo de concordia.
El día antes de jugarse el clásico, Tarradellas organizó una cena de hermandad con el objetivo de acercar posiciones entre ambos presidentes. El President y Josep Lluís Núñez se reunieron a las 10:00h de la mañana en el Palau de la Generalitat. Una hora después llegó Luis de Carlos al aeropuerto de El Prat y al mediodía ya estaba reunido con ellos en el Palau de la Generalitat. A petición del Molt Honorable, asistió también como testigo presencial de este acercamiento el presidente de Real Federación Española de Fútbol, Pablo Porta. En una reunión trataron ampliamente las relaciones existentes entre los dos clubes de fútbol y las diferencias producidas en el seno de las reuniones federativas.
Tan conciliador fue el Molt Honorable que consiguió por una sola vez en la historia del fútbol español que el FC Barcelona y el Real Madrid se estrecharan la mano… ¡y los culés aplaudiesen a un jugador madridista… en el mismísimo Camp Nou! (años después seria el Bernabeu quien correspondería con el ejemplo)
En aquellos días el Barça estaba presidido por Josep Lluís Núñez y el club madridista por Luis de Carlos. Ambos mandatarios, desde hacía tres meses no se hablaban debido a la hostilidad habida entre los dos presidentes provocada por un cruce de desagradables declaraciones debidas a unas polémicas decisiones arbitrales sucedidas en los últimos torneos. El presidente madridista había afirmado días antes de celebrarse el partido FC Barcelona - Real Madrid en el Camp Nou que no tenía intención de sentarse en el palco presidencial sino que optaría por pagarse una entrada en la tribuna. Como reacción, el 30 de enero de 1980 Tarradellas pidió a Luis de Carlos que recibiera al secretario de la Diputación de Barcelona, Josep María Esquerda Roset, para que éste le transmitiera la gran preocupación que tenía por la situación que atravesaban ambos clubes. La situación política del momento no era aconsejable para la confrontación sino que debía de aprovecharse para la solidaridad entre todos los territorios del Estado español, de modo que el torneo entre los dos grandes de la Liga de fútbol debía de convertirse en un ejemplo de concordia.
El día antes de jugarse el clásico, Tarradellas organizó una cena de hermandad con el objetivo de acercar posiciones entre ambos presidentes. El President y Josep Lluís Núñez se reunieron a las 10:00h de la mañana en el Palau de la Generalitat. Una hora después llegó Luis de Carlos al aeropuerto de El Prat y al mediodía ya estaba reunido con ellos en el Palau de la Generalitat. A petición del Molt Honorable, asistió también como testigo presencial de este acercamiento el presidente de Real Federación Española de Fútbol, Pablo Porta. En una reunión trataron ampliamente las relaciones existentes entre los dos clubes de fútbol y las diferencias producidas en el seno de las reuniones federativas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada