Goles=Puntos?
Los padres de Sígfrid Gracia eran aragoneses, gente humilde que nunca tuvo especial interés por el deporte que practicaba su hijo. Su madre era la que se preocupaba más de los cuidados que necesitaba por aquel entonces un chavalin enclenque que había empezado en el mundillo futbolistico. No queria que con 14 años, que es cuando comenzo a jugar, llegara un dia con un hueso roto. Pero el padre de Gracia también hizo sus esfuerzos por seguir a su hijo, aunque este deporte resultaba demasiado complicado para él. Al final de la campaña 1955/56, un campeonato que acabó ganando el Athletic de Bilbao pero que fue un codo a codo hasta el final entre el Barça y el club vasco. El FC Barcelona jugaba en La Coruña y el Athletic de Bilbao recibía en su campo al Celta de Vigo. El Bilbao aventajaba entonces por un punto al Barcelona , 29 y 28 respectivamente en la ciasificación. El Barça se impuzo por un contundente 0-7 frente al Deportivo mientras los bilbaínos ganaban por 4-O. Es evidente que las cosas seguían igual, claro que no para el padre de Sigfrid Gracia. Cuando el defensa, que cumplía su cuarta temporada como profesional, llegó a su casa su progenitor le dijo algo así:
- "Qué, ¿cómoha ido? Estarás contento".
- "Sí, hemos ganado por siete!", respondió Gracia.
- "Bueno ,ahora vais primeros", prosiguió su padre.
- "No, todo sigue igual".
- "Si hombre, pero si ahora vosotros llevais 35 puntos y el Bilbao, 33".
Su padre contaba los puntos por goles, una ligera confusión, que bien pensado, a que no estaría mal para aumentar el espectáculo de los partidos?
¿Dos Pedros Zaballas?
Esta anecdota ocurrió en Uruguay y mientras el equipo, estaba de gira.
Cuando Zaballa descansaba en su habitación del hotel. Entonces recibió una llamada. El sujeto en cuestión le dijo que se llamaba Pedro Zaballa y el extremo de Castro Urdiales lo mandó a paseo creyendo que se trataba de una tornadura de pelo. Al cabo de unos diez minutos llegó el botones y le entregó una tarjeta con el nombre de Pedro Zaballa Herranz. Nuestro Pedro Zaballa le hizo pasar a la habitación y entre los dos se empezaron a contar sus vidas para saber si habían coincidencias, ya, que el apellido Zaballa es muy poco común y muy localizado geográficamente. Al final resultó que se trataba del tio de su novia, que vivía en Uruguay. Ninguno de los dos se habían visto antes, pero se llamaban igual y acabaron siendo parientes lejanos. Una de esas casualidades que nos guarda el destino en esta vida.
Una "Madre" coraje
Los padres de Antoni Ramallets solían ir a ver a jugar a su hijo. Un día en que el Barça perdió en Les Corts, salieron los tres juntos del estadi. Ramallets iba un poco más adelantado que sus padres, nuestro portero se cruzó con un par de chicos que le empezaron a insultar diciendo que se había dejado marcar los goles. Cuando su madre lo oyó se fue directa a ellos y les dio un bofetón.
Esta no fue la única vez que su madre lo defendió. Cuando el portero jugaba cedido en el RC Mallorca y en un partido contra Sabadell sus padres se encontraban presenciando el partido en tribuna. Los espectadores sobre todo una mujer, empezó a meterse con Ramallets. Entonces su madre se levantó para avisar.
-"Vaya con cuidado y mida sus palabras que ese es mi hijo. Si no se calla aténgase a las consecuencia".
Lo dijo con educación, pero muy enfadada. La mujer se calló "ipso facto" Con lo que se demuestra, que las madres son protectoras es una verdad como un templo.
Una concentración en Bilbao
Cada vez que el equipo jugaba en la Catedral iba concentrado al mismo hotel, el Carlton, que era uno de los más prestigiosos por aquel entonces. Siempre había un quinteto que tocaba música clásica en el salón comedor del hotel. Pues cuando los jugadores del FC Barcelona aparecían interpretaban en su honor "El Cant dels Ocells", una de las pocas canciones con significado para los catalanes que se permitían por aquel entonces. Los jugadores lo recibían con gran emoción... algunos todavía recuerda esos momentos inolvidables para el FC Barcelona
Los padres de Sígfrid Gracia eran aragoneses, gente humilde que nunca tuvo especial interés por el deporte que practicaba su hijo. Su madre era la que se preocupaba más de los cuidados que necesitaba por aquel entonces un chavalin enclenque que había empezado en el mundillo futbolistico. No queria que con 14 años, que es cuando comenzo a jugar, llegara un dia con un hueso roto. Pero el padre de Gracia también hizo sus esfuerzos por seguir a su hijo, aunque este deporte resultaba demasiado complicado para él. Al final de la campaña 1955/56, un campeonato que acabó ganando el Athletic de Bilbao pero que fue un codo a codo hasta el final entre el Barça y el club vasco. El FC Barcelona jugaba en La Coruña y el Athletic de Bilbao recibía en su campo al Celta de Vigo. El Bilbao aventajaba entonces por un punto al Barcelona , 29 y 28 respectivamente en la ciasificación. El Barça se impuzo por un contundente 0-7 frente al Deportivo mientras los bilbaínos ganaban por 4-O. Es evidente que las cosas seguían igual, claro que no para el padre de Sigfrid Gracia. Cuando el defensa, que cumplía su cuarta temporada como profesional, llegó a su casa su progenitor le dijo algo así:
- "Qué, ¿cómoha ido? Estarás contento".
- "Sí, hemos ganado por siete!", respondió Gracia.
- "Bueno ,ahora vais primeros", prosiguió su padre.
- "No, todo sigue igual".
- "Si hombre, pero si ahora vosotros llevais 35 puntos y el Bilbao, 33".
Su padre contaba los puntos por goles, una ligera confusión, que bien pensado, a que no estaría mal para aumentar el espectáculo de los partidos?
¿Dos Pedros Zaballas?
Esta anecdota ocurrió en Uruguay y mientras el equipo, estaba de gira.
Cuando Zaballa descansaba en su habitación del hotel. Entonces recibió una llamada. El sujeto en cuestión le dijo que se llamaba Pedro Zaballa y el extremo de Castro Urdiales lo mandó a paseo creyendo que se trataba de una tornadura de pelo. Al cabo de unos diez minutos llegó el botones y le entregó una tarjeta con el nombre de Pedro Zaballa Herranz. Nuestro Pedro Zaballa le hizo pasar a la habitación y entre los dos se empezaron a contar sus vidas para saber si habían coincidencias, ya, que el apellido Zaballa es muy poco común y muy localizado geográficamente. Al final resultó que se trataba del tio de su novia, que vivía en Uruguay. Ninguno de los dos se habían visto antes, pero se llamaban igual y acabaron siendo parientes lejanos. Una de esas casualidades que nos guarda el destino en esta vida.
Una "Madre" coraje
Los padres de Antoni Ramallets solían ir a ver a jugar a su hijo. Un día en que el Barça perdió en Les Corts, salieron los tres juntos del estadi. Ramallets iba un poco más adelantado que sus padres, nuestro portero se cruzó con un par de chicos que le empezaron a insultar diciendo que se había dejado marcar los goles. Cuando su madre lo oyó se fue directa a ellos y les dio un bofetón.
Esta no fue la única vez que su madre lo defendió. Cuando el portero jugaba cedido en el RC Mallorca y en un partido contra Sabadell sus padres se encontraban presenciando el partido en tribuna. Los espectadores sobre todo una mujer, empezó a meterse con Ramallets. Entonces su madre se levantó para avisar.
-"Vaya con cuidado y mida sus palabras que ese es mi hijo. Si no se calla aténgase a las consecuencia".
Lo dijo con educación, pero muy enfadada. La mujer se calló "ipso facto" Con lo que se demuestra, que las madres son protectoras es una verdad como un templo.
Una concentración en Bilbao
Cada vez que el equipo jugaba en la Catedral iba concentrado al mismo hotel, el Carlton, que era uno de los más prestigiosos por aquel entonces. Siempre había un quinteto que tocaba música clásica en el salón comedor del hotel. Pues cuando los jugadores del FC Barcelona aparecían interpretaban en su honor "El Cant dels Ocells", una de las pocas canciones con significado para los catalanes que se permitían por aquel entonces. Los jugadores lo recibían con gran emoción... algunos todavía recuerda esos momentos inolvidables para el FC Barcelona
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