Los jugadores del Barça se habían reunido en el Hesperia para acabar de
redactar la nota. Su intención era hacer pública una disputa abierta con
el club por sus contratos. Era una cuestión de dinero. Ramón María
Calderé, un centrocampista formado en las categorías inferiores de la
entidad que llevaba cuatro temporadas en el primer equipo cuando se
produjeron los hechos, explica que los futbolistas tenían dos contratos,
uno federativo y otro de imagen, "porque el club nos decía que esto
tenía ventajas fiscales para todos".
Los miembros del primer equipo habían planteado varias fórmulas de protesta. Algunos propusieron una sentada, otros querían hacer pancartas y camisetas y alguno apostó por pedir la dimisión del presidente. Los presentes votaron a favor de esta última opción. Se redactó el texto definitivo y, uno por uno, los futbolistas firmaron la nota
La Nota de los Jugadores
En el papel solo faltaban tres rúbricas: la del joven Francisco López López, quién había sido operado de una malformación congénita en el estómago y estaba convaleciente en el hospital; la del inglés Gary Lineker, que estaba en Hungría con su selección; y la de Bernd Schuster. La ausencia más notable fue la del "alemán", como era conocido entre sus compañeros.
"Schuster le aseguró a Alexanco que vendría al Hesperia", recuerda Calderé. Pero, minutos antes de comparecer ante los medios, sonó el teléfono de Luis Aragonés. El abogado llamaba para informar que el centrocampista, no acudiría a la cita. "Aquello nos hizo mucho daño", afirma Ramón Calderé.
Al final de la conferencia de prensa, los jugadores abandonaron rápidamente el salón y solo se quedó Francisco Javier González Urruticoechea, "Urruti" (qepd), quién se instaló en una habitación para atender las llamadas de los medios de comunicación. Calderé recuerda dos detalles de aquel momento: el jersey que llevaba (una prenda Lacoste a rayas negras y grises recién comprada) nunca más volvió a ser utilizado "porque lo tiré. No quise verme nunca más con la misma imagen"; el segundo, fue saliendo del hotel: hablando de lo sucedido con otro miembro de la plantilla, Robert Fernández, Ramón Calderé le dijo "Niño, la hemos cagado!".
Los miembros del primer equipo habían planteado varias fórmulas de protesta. Algunos propusieron una sentada, otros querían hacer pancartas y camisetas y alguno apostó por pedir la dimisión del presidente. Los presentes votaron a favor de esta última opción. Se redactó el texto definitivo y, uno por uno, los futbolistas firmaron la nota
La Nota de los Jugadores
En el papel solo faltaban tres rúbricas: la del joven Francisco López López, quién había sido operado de una malformación congénita en el estómago y estaba convaleciente en el hospital; la del inglés Gary Lineker, que estaba en Hungría con su selección; y la de Bernd Schuster. La ausencia más notable fue la del "alemán", como era conocido entre sus compañeros.
"Schuster le aseguró a Alexanco que vendría al Hesperia", recuerda Calderé. Pero, minutos antes de comparecer ante los medios, sonó el teléfono de Luis Aragonés. El abogado llamaba para informar que el centrocampista, no acudiría a la cita. "Aquello nos hizo mucho daño", afirma Ramón Calderé.
Al final de la conferencia de prensa, los jugadores abandonaron rápidamente el salón y solo se quedó Francisco Javier González Urruticoechea, "Urruti" (qepd), quién se instaló en una habitación para atender las llamadas de los medios de comunicación. Calderé recuerda dos detalles de aquel momento: el jersey que llevaba (una prenda Lacoste a rayas negras y grises recién comprada) nunca más volvió a ser utilizado "porque lo tiré. No quise verme nunca más con la misma imagen"; el segundo, fue saliendo del hotel: hablando de lo sucedido con otro miembro de la plantilla, Robert Fernández, Ramón Calderé le dijo "Niño, la hemos cagado!".
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