El 6 de agosto de 1936, pocos días después del estallido de la Guerra
Civil, Josep Suñol, uno de los hombres más populares de la Catalunya
republicana, desaparecía sin dejar rastro. Editor, presidente del FC
Barcelona y eminente político, Sunyol atravesaba el frente de Guadarrama
con tres acompañantes cuando un comando de los golpistas detuvo su
vehículo. Minutos después, sus ocupantes eran fusilados y enterrados en
una cuneta. El franquismo intento borrar la memoria de aquellos
dramáticos hechos por. Lejos de olvidarse, las circunstancias que
rodearon la muerte de Josep Sunyol hicieron entrar en la leyenda un
líder de extraordinaria dimensión humana y pública, un personaje
impresionante
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