Ante tal situación extrema, Carlos Padrós reaccionó de inmediato viendo que su concurso, ese en el que llevaba dos meses implicado todo el día, podía ir al traste en apenas cuarenta y ocho horas, dando una moratoria hasta el 5 de mayo para tratar de convencer a bilbaínos y barceloneses de que desistieran de su actitud y volvieran a implicarse en el certamen puesto que de su presencia dependía el éxito o el fracaso. Buen negociante pareció resultar Carlos Padrós, puesto que en los días siguientes todas las sociedades implicadas en el problema parecieron reconsiderar sus posturas y el 2 de mayo aceptaron acudir a Madrid. Sin embargo para llegar a ese acuerdo, como siempre sucede en una negociación, ambas partes tuvieron que ceder y los clubs bilbaínos, quizás temerosos de perder su supuesto favoritismo y teórica preponderancia en el fútbol español, sólo aceptaron con la condición de acudir mediante la fórmula de combinado tal y como lo habían hecho en marzo ante el Burdigala francés. El FC Barcelona no tuvo más remedio que consentir tal maniobra para que el torneo siguiese adelante pese a que suponía un mayor reto al enfrentarse no a uno de los mejores conjuntos de la época, sino a un combinado de los dos mejores, algo que no cuadraba en su idiosincrasia y que suponía una modificación significativa de lo que es la deportividad y sus valores.
dijous, 14 d’abril del 2022
Cap. 10531: "El Concurso Madrid" en peligro? [I]
La fecha límite de inscripción era el 1 de mayo y apenas una semana
antes otras sociedades como el Club Español de Foot-ball de Barcelona y
New FC de Madrid habían dado su conformidad, de modo que a pocas fechas
de disputarse el evento seis eran los clubs que a priori iban a
enfrentarse: Madrid FC y New FC por Madrid, Vizcaya AC y Bilbao FC por
Vizcaya y FC Barcelona y Sociedad Española de Foot-ball por Barcelona.
Dos clubs por cada una de las provincias que en esos momentos eran las
más importantes de España a nivel futbolístico y que se disputaban la
supremacía a nivel nacional. Ninguno de estos clubs se había enfrentado
nunca a los de otras provincias y su memoria quedaba reducida a los
duelos entre clubs de la misma localidad, un hecho que resultaba
francamente atractivo para el desarrollo de la prueba.
Cuando todos se las prometían felices, sin embargo todo quedó frustrado
el martes 29 de abril, apenas dos días antes del cierre del plazo de
admisión, cuando los clubs bilbaínos notificaron mediante telegrama
urgente al FC Barcelona que no iban a acudir al certamen madrileño. Hans
Gamper montó en cólera por todo el trabajo perdido en el montante de la
operación y presto llamó a Carlos Padrós indicándole que los blaugranas
desestimaban acudir pese a las ganas que tenían de batirse
especialmente con el Bilbao FC, el teóricamente rival más fuerte de los
clubs bilbaínos. No obstante, Gamper quería mantener buenas relaciones
con los vizcaínos y acudiendo a la prensa advirtió a ambos que su campo
quedaba abierto a que lo visitasen cuando quisieran y que Barcelona les
iba a recibir con los brazos abiertos.
Cap. 10530: El primer clásico también tuvo connotación política [IV]
Cap. 10530: El primer clásico también tuvo connotación política [III]
"Los jugadores, tanto ingleses, como alemanes, suizos y barceloneses, se quejan de la falta de atención de los espectadores al aplaudir las caídas de los barceloneses y los tantos logrados por sobre contrincantes, reinando silencio en las buenas jugadas y al conseguir tantos los de ésta, añadiéndose que de estar a la inversa, o sea, celebrarse los partidos en Barcelona, el público de ésta no hubiera demostrado desdén, ni animosidad de clase alguna, porque los de aquí tienen buen criterio y educación suficiente para corresponder bien a los sacrificios que los otros se imponen, y saben que entre los elementos deportmanes se hace caso omiso de política. Los madrileños creyéronse sin duda ver acérrimos catalanistas en Gamper, Witty, Steinberg, etc., a todos los cuales produjo muy mal efecto la conducta del público".
Cap. 10530: El primer clásico también tuvo connotación política [II]
Este primer clásico de enfrentamientos entre merengues y culés se inauguraba en un hipódromo, cedido por el Madrid Polo Club. Cinco fueron los clubes que participaron en este torneo que es el germen del torneo de Copa en España. Madrid Football Club y New FC (sociedad que más tarde pasó a ser absorbida por el Madrid FC), ambas representando a la capital, mientras que Sociedad Española y FC Barcelona eran los abanderados de la Ciutat Comtal, siendo el Vizcaya, el combinado proveniente de tierras vascas y posterior campeón.
Madrid CF - FC Barcelona 1-3
Madrid: Sevilla, Molera, Mario Giralt, Góngora, Spottorno, Palacios, Arthur Johnson, Jose Giralt, Neyra, Armando Giralt, Celada.
Barcelona: Puelles, Llobet, Witty, Terradas, Mayer, Valdés, Parsons, Gamper, Morris, Steinberg, Albéniz.
Goles: Arthur Johnson [Madrid] / Steinberg (2), Gamper [FCB]
Cap. 10530: El primer clásico también tuvo connotación política [I]
El FC Barcelona se desplazaba a Madrid en mayo de 1902 por la celebración de un torneo llamado Concurso Madrid, organizado por el recién nacido Madrid CF (actualmente Real Madrid)) y por el Ayuntamiento de la capital del Estado dentro la conmemoración de varios actos deportivos en honor al rey Alfonso XIII, que sería coronado el 17 de mayo de ese mismo año. Entre aquellos eventos, se disputaría un torneo de un deporte desconocido en la Meseta, pero con bastante arraigo ya en Cataluña, con varios equipos registrados. En ese mismo torneo, la Sociedad Española de Foot-ball (actualmente RCE Espanyol), también fue invitado. El día 14 de mayo de 1902 se disputó, como confirman los periódicos y revistas de la época, el primer Madrid-Barcelona. La victoria azulgrana (1-3), en un equipo que aún vestía con pantalón blanco, dejó en evidencia la poca experiencia del conjunto madrileño y la gran calidad de los barcelonistas, con Gamper como jugador más emblemático.