En La Romareda, el 22 de enero de 1983, se repitía el resultado de la
temporada anterior, solo que esta vez fue el club blaugraba quien estuvo
siempre por delante en el marcador y el Zaragoza el que daría por bueno
el punto conquistado. Como era habitual en los encuentros entre
blanquillos y blaugranas, hubo espectáculo, emoción y goles dentro de un
gran ambiente competitivo no solo en el cesped, sino también en las
abarrotadas gradas mañas. El partido comenzó con cuatro minutos de
retraso por culpa del lanzamiento de un bote de humo desde uno de los
fondos. El planteamiento de Lattek resultó casi perfecto, solucionando
el difícil jeroglífico de amarrar el poderoso juego ofensivo zaragocista
de los Señor, Barbas, Amarilla y Valdano, sin detrimento del
contraataque propio, que sentaba cátedra, en La Romareda con un golazo
de el "Lobito" Carrasco
Real Zaragoza - FC Barcelona 2-2
Zaragoza: Vitaller, Senor, Cortes, Salva, Morgado, Güerri, Toto, Barbas, Amarilla, Herrera, Valdano.
Barcelona: Urruti, Sanchez, Migueli, Alexanco, Julio Alberto, Victor, Schuster, Alonso, Marcos, Quini (Urbano), Carrasco
Goles: 0-1 Schuster, 1-1 Amarilla, 1-2 Carrasco, 2-2 Valdano
El 23 de enero de 1977, en la jornada más goleadora del campeonato
liguero (hasta aquel día), el Barcelona confirmó, no sólo su calidad de
líder en la tabla, sino también de líder goleador, y le endosó siete
tantos a un desdibujado Racing. El Racing, tuvo, eso sí, la elegancia de
plantear un partido abierto. Consciente, sin duda, de lo difícil de la
prueba, que sugnificaba el Camp Nou y no pretendió intentar refugiarse
en esas estrategias de dudoso resutado contra el equipo blaugrana. La
goleada en el Camp Nou, que pudo perfectamente ser bastante más amplia,
ratificaba y confirmaba el estado de gracia del equipo blaugrana hacia
el campeonato liguero. Este se trunco tras la visita del Malaga, el gol
de Estaban con la mano y Cruyff expulsado y sancionado con tres
partidos, en los cuales se cosecharon dos derrotas y un empate que a la
larga decidirian el campeonato liguero a favor del Atletico de Madrid,
por un solo punto
El 22 de enero de 2010, el Barcelona visitaba el estadio de los
pucelanos. El Nuevo Zorrilla es un campo especial para los blaugrana.
Allí había logrado la Liga de Urruti
En la temporada 2009/10, Pep Guardiola se convirtió en el primer
entrenador del FC Barcelona que llevó al equipo al ecuador de la Liga
sin conocer la derrota. El técnico catalán, con el triunfo en Valladolid
por 0-3, con goles de Xavi, Alves y Messi, cerró una primera vuelta
histórica y, oficialmente, su equipo se proclamó campeón de invierno por
17ª vez. El Barça llegó a este punto después de ganar quince partidos y
empatar cuatro. Pep dejó atrás la anterior mejor marca de la entidad en
un arranque liguero, en poder del inglés Terry Venables la temporada
1984/85, en la que mantuvo al equipo sin morder el polvo hasta la 16ª
jornada, cuando cayó en San Mamés (1-0) con gol de Julio Salinas. Pep
como siempre, no quiso lanzar las campanas al vuelo y en la víspera del
partido, preguntado por el particular, dijo que "los campeonatos de
invierno no dan títulos". De forma similar se manifestó el presidente
Joan Laporta tras el choque: "Aún falta media vuelta". El Barcelona no
quería caer em los errores del pasado y que tantos trofeos costo a lo
largo de la historia del equipo blaugrana