El 30 de marzo de 1987, el FC Barcelona, una vez más, mostraba toda su
sensibilidad hacia uno de los símbolos sagrados de Catalunya y acudió a
su llamada de socorro, como no podía ser de otra forma debido a la
estrecha relación y vinculación que, desde tiempo pretéritos han
mantenido ambas instituciones. Con el presidente Núñez a la cabeza, el
barcelonismo acudió a plantar reeplantar las zonas más afectadas para
que los alrededores del templo volvieran a cobrar vida. El abad Cassià
Just agradeció la repoblación barcelonista (supervisada por un técnico
de la Generalitat) con unas sentidas palabras:
- "Gracias en nombre de los monjes, de la Escolanía y, me atrevo a decir, de todos los catalanes. Que actos como éste nos mueven a seguir en la senda de nuestros ideales y de nuestro coraje para luchar y para vencer. Os exhorto a no ser nunca rencorosos y a ser siempre una familia bien unida. Una vez más, gracias"
Los Directivos del FC Barcelona hicieron pocas declaraciones, e incluso Gaspart se refería esto con las siguientes palabras:
- "Montserrat es un lugar al que se viene para rezar... por lo que tengo que morderme la lengua. [...] Además el Pare Abat, en su homilía, nos ha exhortado a la coherencia, a la esperanza y a la moderación"
La jornada concluyó con una comida de hermandad a la que asistieron más de mil comensales (la inscripción se tuvo que cerrar cuando se alcanzó el límite de la capacidad del comedor del restaurante Montserrat). El barcelonismo se había movilizado para mostrar su lado más solidario. El Club demostró su compromiso con el país con un acto cargado de simbolismo.
- "Gracias en nombre de los monjes, de la Escolanía y, me atrevo a decir, de todos los catalanes. Que actos como éste nos mueven a seguir en la senda de nuestros ideales y de nuestro coraje para luchar y para vencer. Os exhorto a no ser nunca rencorosos y a ser siempre una familia bien unida. Una vez más, gracias"
Los Directivos del FC Barcelona hicieron pocas declaraciones, e incluso Gaspart se refería esto con las siguientes palabras:
- "Montserrat es un lugar al que se viene para rezar... por lo que tengo que morderme la lengua. [...] Además el Pare Abat, en su homilía, nos ha exhortado a la coherencia, a la esperanza y a la moderación"
La jornada concluyó con una comida de hermandad a la que asistieron más de mil comensales (la inscripción se tuvo que cerrar cuando se alcanzó el límite de la capacidad del comedor del restaurante Montserrat). El barcelonismo se había movilizado para mostrar su lado más solidario. El Club demostró su compromiso con el país con un acto cargado de simbolismo.